La extracción de unidades foliculares (FUE) es un método de trasplante de cabello mínimamente invasivo que permite la extracción de folículos individuales de su área donante sin una incisión con bisturí y luego los implanta donde necesita más cobertura de cabello.

Sí, un buen candidato es alguien que es realista con las expectativas. Alguien que quiera sentirse y verse lo mejor posible y lo más importante es que esté en buenas condiciones de salud para someterse a un procedimiento quirúrgico.

El sistema ARTAS® permite un procedimiento mínimamente invasivo que es prácticamente indetectable. A diferencia de los métodos anteriores de restauración del cabello, no hay necesidad de extirpar quirúrgicamente una tira de cuero cabelludo de la parte posterior y los lados de la cabeza. Por lo tanto, no hay una cicatriz lineal después de la cirugía y no se necesitan puntos o grapas para cerrar la herida. El beneficio es un tiempo de recuperación significativamente más corto.

Gracias a la anestesia local y los analgésicos postoperatorios, no, un trasplante de cabello no es doloroso. Si bien ninguna cirugía puede ser completamente indolora y es posible que haya cierto nivel breve y probablemente temporal de incomodidad, un trasplante de cabello suele ser una experiencia placentera y fácil para la mayoría de las personas que sufren de pérdida de cabello.

Cada paciente tolera el dolor después de la cirugía de diferentes maneras. Su cirujano le recetará los analgésicos apropiados para ayudar a minimizar cualquier molestia. En general, la mayoría de las operaciones cosméticas faciales tienen mínimas molestias después de la operación. La liposucción es un poco más incómoda y las operaciones que requieren la elevación o el endurecimiento de los músculos, como una abdominoplastia o un aumento de senos, pueden causar molestias equivalentes a las de una cesárea.